Espacio de reflexión

6 de julio de 2025

El congreso del PP en Madrid

Francamente, yo esperaba del Congreso del Partido Popular de Madrid, una mayor ambición y definición políticas, sobre todo, si tenemos en cuenta que el PP es un partido que aspira a gobernar y que, según todas las encuestas, tiene posibilidades reales de hacerlo. Sin embargo, aparte de escenificar su unidad -sobre la cual hay cuestiones pendientes que no han aflorado- y de la renovación de su dirección, cerrando filas en torno a Feijóo, lo que ha ofrecido el PP es una ponencia política que es más un reflejo de las urgencias del momento presente, es decir, un regodeo de las miserias del adversario político, que un proyecto sólido para el futuro.

La ponencia, coordinada por Esteban González Pons, tiene tres ejes básicos: 

1. Regeneración institucional, haciendo hincapié en el descrédito del PSOE.
2. Defensa a ultranza de la unidad nacional
3. Endurecimiento de la política migratoria

Pero, hasta donde he podido leer y consultar, la ponencia es francamente deficiente en lo que se refiere a propuestas concretas y TRANSFORMADORAS en ámbitos tan esenciales hoy día como la economía (no vale simplemente una medida como la bajada de impuestos, que se ha mostrado tan ineficaz en otros lugares como Inglaterra), la modernización del estado, el modelo territorial, la cuestión social o la urgencia climática. 

En cierto modo, el PP asume un giro retrógrado y de re-centralización con propuestas que quieren recuperar competencias en materia de educación, lengua o seguridad en aquellos territorios que están gobernados por fuerzas nacionalistas. Su discurso migratorio es más restrictivo que nunca y se aproxima a las posiciones de Vox. En cuanto a la regeneración democrática, las medidas propuestas no representan verdadera autocrítica al pasar de largo sobre el propio pasado del PP cuyos casos de corrupción aún están pendientes de sentencia en los tribunales.  

Y en cuanto al importante tema de la unidad nacional, la figura central del partido ha sido Aznar, aunque parezca increíble. Un personaje trasnochado, mentiroso, que vuelve a la carga con ese mantra del PP de España se rompe y que “Está en juego la continuidad histórica de nuestra nación”, según dijo textualmente. Buscó, en su intervención, reforzar la polarización de manera deliberada recuperando un discurso que debería estar ya superado, si se quiere ser una derecha moderna, moderada y fiable. 

En suma, un congreso con escaso debate y en el que el PP, aparte de aprovechar la coyuntura que le es favorable, ha desestimado la ocasión de ofrecer un proyecto sólido para España y se ha centrado más bien en ser un espejo que refleja el fracaso ajeno.